Gaby Quispicondor se convirtió en madre a los 22 años y a lo largo de su vida ha enfrentado diversas situaciones adversas que no solo le permitieron convertirse en una mujer más fuerte, sino también descubrir su vocación de servir y ayudar a la comunidad.
Desde hace dos años, Gaby es agente comunitaria de salud en Casas de la Salud, intervención comunitaria desarrollada por Socios En Salud en promoción y prevención de la salud a través de la atención médica y psicológica dirigida a la población vulnerable
Los agentes comunitarios de salud (ACS) son pieza clave para lograr nuestro objetivo de llevar salud de calidad a las personas que más lo necesitan. Muchos de ellos y ellas son reconocidos por su comunidad y poseen un vínculo directo con los representantes, líderes y participantes de ollas comunes, vasos de leche, organizaciones civiles y otros programas sociales que existen en la comunidad.
Socios En Saludfortalece su intervención gracias a la labor voluntaria de más de 750 de agentes comunitarios de salud especializados en diversas estrategias de salud como Covid-19, tuberculosis, salud Materno Infantil, salud Mental, enfermedades crónicas, protección social, abogacía, entre otros; cumpliendo una función vital y a la vez complementaria a todas las intervenciones de salud; las cuales van desde el acompañamiento de una enfermedad, promoción de la salud, educadores, activistas hasta movilizaciones sociales.
Marilú Castro, obstetra del Puesto de Salud Su Majestad Hirohito ubicado en Carabayllo, resaltó la importancia de la intervención de los ACS en las atenciones de salud. “Muchos de los pacientes aún sienten temor de acercarse a los establecimientos de salud frente este contexto de COVID-19, a pesar que contamos y cumplimos con los protocolos de bioseguridad. Las agentes comunitarias son el primer contacto para sensibilizar a la población y estas puedan acceder y recibir una atención de salud oportuna, digna y de calidad”, agregó.
A continuación, Gaby Quispicondor comparte su experiencia como agente comunitario durante todo este tiempo al lado de Socios En Salud.
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Gaby Quispicondor realiza triaje, toma de funciones vitales, presión arterial y temperatura a los pacientes que acuden a la Casa de la Salud de El Polvorín en Carabayllo.[/caption]
“A lo largo de mi vida, siempre he deseado ser un agente de cambio. Sentí que era necesario hacer uso de mis conocimientos y compartirlos a favor de las personas más necesitadas. Trabajé en los centros de salud como promotora de salud en campañas de vacunación y charlas educativas relacionados al dengue, desde ese entonces, jamás dejé de luchar por la salud de mi comunidad. Al lado de Socios En Salud, he sido parte de la atención de salud de muchas personas, he podido conocer sus historias, pero sobre todo siento que formo parte su familia”, compartió.
Además de su rol como agente comunitario, Gaby es promotora educativa y está a cargo de niños menores de 3 años, actividad que le permite orientar y educar a la primera infancia; los mismos que serán el futuro de nuestro país.
Gaby es madre y padre de Meylin, quien, a sus 18 años, sueña con trabajar en la Clínica San Juan de Dios, en la especialidad de Fisioterapia y Rehabilitación. Ella podrá cumplir su anhelo gracias a la ardua labor y esfuerzo que realiza su madre a diario, pues es una de las ganadoras de las 6 becas de excelencia académica otorgado por Socios En Salud en coordinación con el Ministerio de Salud (MINSA) para las hijas e hijos de agentes comunitarios de salud.
Las becas de excelencia académica tienen como objetivo empoderar y capacitar a los jóvenes en carreras técnicas que les permitan obtener empleabilidad a corto plazo. En la actualidad, Meylin estudia en el Instituto Daniel Alcides Carrión y cursa el segundo ciclo de esta dedicada y noble carrera.
Maestro, emprendedor y agente comunitario
Franklin Ruiz es agente comunitario del Proyecto CASITA de Socios En Salud, metodología educativa que busca fortalecer las habilidades e interacciones de los cuidadores en la crianza del niño o niña de 6 a 24 meses.
Al igual que su madre, Franklin comparte la misma pasión de ayudar y cooperar con su comunidad. En el 2018, gracias al involucramiento de la mamá de Franklin en el proyecto CASITA, se acondicionaron espacios en su domicilio para el desarrollo de las sesiones de estimulación temprana. Fue en ese momento que Franklin decidió ser agente comunitario y, a pesar de realizar diversas actividades a diario, ha hecho de Socios En Salud un espacio importante en su vida.
[caption id=»attachment_2403» align=»aligncenter» width=»996»] Franklin Ruiz educando a las madres de familia acerca de la importancia del desarrollo psicomotor en las sesiones presenciales del proyecto CASITA en Carabayllo (2018).[/caption]
El entorno profesional de Franklin siempre ha estado relacionado con la educación de niños y niñas, pues, desde hace 10 años, se dedica a dictar clases en un colegio particular a alumnos de 4° y 5° grado de primaria “El trabajo con niños menores de 24 meses es totalmente distinto. Durante esta etapa en Socios En Salud aprendí muchísimo. Ser docente definitivamente amplia mis conocimientos; sin embargo, la metodología CASITA implica un trabajo en conjunto madre-niño. He descubierto la importancia de brindar una atención de salud integral, sobre todo soporte socioemocional a las madres”, agregó.
Al igual que muchas personas en el mundo, Franklin se contagió de COVID-19; sin embargo, pudo superarlo y sacar adelante su emprendimiento de pastelería fina. Hoy sueña con ampliar su negocio y abrir más locales.
Asimismo, Franklin se encarga de brindar cuidado y acompañamiento a los participantes del proyecto. Se contacta con ellos a través de videollamadas y llamadas, las escucha activamente y realiza retroalimentación de las sesiones con el objetivo de reforzar lo aprendido.
“Es totalmente satisfactorio contribuir con la comunidad. Al finalizar las sesiones de CASITA muchas madres se sienten muy agradecidas al ver el proceso evolutivo de sus pequeños y ver la sonrisa de los niños es mi mayor motivación. A ello, se suma el apoyo por parte de mi familia, pues ellos se sienten muy orgullosos de mí, razón que me impulsa a diario a continuar con esta labor”, compartió.
En Socios En Salud queremos agradecer y reconocer la inalcanzable labor que realizan a diario todos los agentes comunitarios de salud. Gracias por decidir cambiar sus días y momentos en familia por una vida dedicada al prójimo. Gracias por intentar devolverle la esperanza a quienes ya la habían perdido. Gracias por no desistir y ser la voz de quienes no pueden hablar.