La alimentación durante el embarazo desempeña un papel fundamental en el desarrollo y bienestar tanto de la madre como del bebé en gestación. Una dieta equilibrada y adecuada proporciona los nutrientes necesarios para el crecimiento y desarrollo fetal, así como para mantener la salud materna.
Por ello, es recomendable consumir cuatro comidas al día: desayuno, refrigerio, almuerzo y cena, acompañadas de forma diaria de un suplemento nutricional.
Con ello se pueden prevenir complicaciones como la anemia, la malformación fetal y el bajo peso al nacer, mientras que se promueve un adecuado desarrollo cerebral y físico del bebé. Asimismo, estas acciones ayudan a la madre a mantener un peso saludable, prevenir la diabetes gestacional y facilitar la recuperación postparto.
¿Qué debemos comer?
Durante el embarazo, es importante seguir una alimentación equilibrada y variada que proporcione los nutrientes necesarios para el desarrollo del bebé y el bienestar materno. Algunas recomendaciones claves que se deben incluir en la dieta durante esta etapa son:
- Consume alimentos de origen animal (1-2 veces al día): carne de res, pollo, pavita, pescado, huevo, etc.
- Consume alimentos que contengan hierro (3 veces a la semana): sangrecita, bazo, bofe, hígado de res, hígado de pollo.
- Consume lácteos todos los días, mínimo una vez al día.
- Tener 4 tiempos de comida: 3 comidas principales y 1 refrigerio.
¿Qué nutrientes son importantes en el embarazo?
Durante el embarazo, varios nutrientes desempeñan un papel crucial en el desarrollo saludable del feto y la salud materna, tales como: hierro, calcio, ácido fólico, vitamina A, vitamina C, vitamina D, omega 6, omega 3, complejo B y zinc.
Es importante destacar que los suplementos deben ser tomados bajo la supervisión de un profesional de la salud, quien evaluará las necesidades individuales de la gestante y recomendará las dosis adecuadas.
Suplementos durante el embarazo
Los suplementos desempeñan un papel importante para asegurar un aporte adecuado de nutrientes esenciales. Aunque una alimentación equilibrada debería ser la principal fuente de nutrientes, en algunos casos los suplementos son necesarios para cubrir las necesidades que aumentan durante esta etapa.
- EL ÁCIDO FÓLICO: 3 meses antes del embarazo o a partir del diagnóstico del embarazo.
Ayudará al desarrollo normal del sistema nervioso (cerebro y columna vertebral) y disminuirá el riesgo de defectos o anomalías congénitas, como:
- Anencefalia, una anomalía en la que se interrumpe el crecimiento del cerebro.
- Espina bífida, cuando la columna vertebral del feto no se cierra.
- Labio leporino, cuando el labio no se desarrolla completamente.
- SULFATO FERROSO: A partir de la semana 14 de embarazo.
Ayudará a prevenir y contrarrestar la deficiencia de hierro, y con ello la anemia.
- Brinda oxígeno necesario para el desarrollo del bebé.
- Evita retrasos en el crecimiento intrauterino.
- Evita hemorragias y el riesgo de mortalidad materna.
Desde Socios En Salud reafirmamos nuestro compromiso por el cuidado del binomio madre – niño a través de nuestro Programa de Salud Materno Infantil (SAMI), que como parte de sus actividades brinda consejerías nutricionales, soporte de comunicación con énfasis en la anemia, ganancia de peso, lactancia materna, alimentación complementaria, y sesiones de desarrollo infantil. Además, intervenciones clínicas de plan de parto, sesiones de psicoprofilaxis en el embarazo y seguimiento de controles.