Uno de los principales síntomas en pacientes afectados por la COVID-19 es la baja concentración de oxígeno en la sangre, también conocida como hipoxemia. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la oxigenoterapia es uno de los tratamientos más efectivos para atender la insuficiencia respiratoria y disminuir la tasa de letalidad ocasionada por la COVID-19. Sin embargo, debido al colapso del sistema de salud del primer nivel de atención muchos de los pacientes reciben la terapia en sus casas sin el monitoreo constante y oportuno del manejo de los concentradores de oxígeno y oxímetros de pulso guiado por los profesionales de la salud. Esta situación se ha convertido en un desafío diario que podría causar la muerte del paciente.
Frente a esta situación, con el propósito de ayudar al Gobierno peruano a incrementar la cobertura del seguimiento de personas afectadas por la COVID-19, Socios En Salud, en alianza con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) lleva a cabo el “Plan de Seguimiento Clínico Comunitario para Detección Precoz de Hipoxemia: OXI-COVID”, a fin identificar la baja saturación de oxígeno en la sangre en pacientes afectados por la COVID-19 e iniciar un tratamiento oportuno con oxígeno y dexametasoma para minimizar la letalidad ocasionada por la COVID-19.
Además, esta intervención aborda una respuesta bidireccional TB - COVID-19 para el diagnóstico oportuno de tuberculosis en personas con sospecha de COVID-19 que presenten tos por 7 días o más a través de la toma de muestras de esputo.
Por otro lado, la incertidumbre asociada a esta enfermedad, el aislamiento y distanciamiento social agravan la salud mental de esta población. Bajo este contexto se incluyó la aplicación del Chatbot “BienEstar”, un canal de ayuda virtual que permite evaluar la existencia de problemas de salud mental y ofrecer apoyo psicoemocional.
Agentes comunitarias de salud participan en el seguimiento clínico integral en la población de personas con diagnóstico de COVID-19 y sus contactos, apoyándose en el uso de tecnologías de información y comunicación, y oxímetros de pulso.
La participación activa de la red de agentes comunitarias de salud es esencial para el desarrollo de la intervención, pues estos voluntarios de la comunidad han sido previamente capacitados bajo la vigilancia de un médico y/o enfermera en: uso de herramientas virtuales, identificación de signos de alarma para la detección de hipoxemia, medidas de control de infecciones, uso correcto del oxímetro de pulso, entre otros, con el propósito de monitorear y alertar a los profesionales de la salud ante un posible caso de hipoxemia en los pacientes afectados por la COVID-19.
Asimismo, se encargan de realizar las visitas domiciliarias y compartir todos los conocimientos adquiridos con los pacientes, incluyendo el registro diario de las funciones vitales del paciente (saturación de O2, frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria) a través del ChatBot COVID-19, el cual permite mantener una comunicación interactiva entre el participante y el personal médico por medio de preguntas relacionadas a datos del pulsioxímetro, termómetro, saturación entre otros.
“Cada persona es un mundo e historia diferente. Muchos de ellos, aún sienten miedo de ser señalados por contraer COVID-19; sin embargo, a través del cuidado y la atención de calidad que a diario ofrecemos, se logran crear vínculos de confianza entre paciente, la familia y el equipo médico, lo que permite la identificación oportuna de signos de alerta. Es gratificante verlos recuperados, escuchar sus risas y palabras de agradecimiento, eso compensa todo el esfuerzo realizado”, expresó Marisol Briceño, agente comunitaria de Socios En Salud.
De igual manera, los profesionales de la salud realizan llamadas como parte del seguimiento clínico. Ante la identificación de síntomas de hipoxemia, inmediatamente se procederá con la evaluación clínica presencial para tipificar el caso de hipoxemia (leve, moderada o severo), mantener una vigilancia médica personalizada o proceder con la derivación al paciente a un Centro de Oxigenación Temporal (COT) u hospital de apoyo. De no haber capacidad en los establecimientos de salud se activará el sistema de atención domiciliaria de acuerdo a las necesidades del paciente.
A la fecha, 234 pacientes han sido derivados al equipo de seguimiento clínico, de los cuales 107 personas aceptaron el seguimiento integral. Además, se identificó que 56 personas (52%) padecían alguna enfermedad, siendo la más frecuente hipertensión arterial, 59% tenía riesgo de intermedio para desarrollar COVID-19 moderado, 38% riesgo bajo y un 3% riesgo alto. De igual manera, del total de pacientes en seguimiento, 15 desarrollaron COVID-19 moderado y 9 (60%) acepto derivación a Centro de Oxigenoterapia Temporal. A pesar de que el resto de pacientes que no aceptó acudir a los COT, continúan en seguimiento clínico, y reciben información y orientación médica acerca del buen uso y manejo de los concentradores de oxígeno en su domicilio.
La doctora y especialista del proyecto Respuesta COVID-19 de Socios En Salud, Carmen Díaz manifestó que tanto las personas que acudieron a un COT como los que se quedaron en casa tuvieron una buena resolución clínica de los síntomas, lo que indica que el diagnóstico precoz de la hipoxemia es crucial para vencer la enfermedad.
Por otro lado, como parte del seguimiento clínico, se observó que el 72% de pacientes en seguimiento aún no han recibido la primera dosis de la vacuna contra la COVID-19, lo cual indica que la mayor parte de los pacientes no inmunizados cuentan con altas posibilidades de desarrollar hipoxemia.
Los esfuerzos por combatir el avance de esta epidemia deben continuar. Por ello, nos comprometemos a seguir trabajando de la mano con el gobierno, el sector privado y la comunidad para reducir la infección y salvar la mayor cantidad de vidas posibles.