Rosa vive en la comunidad de Punchauca en la zona rural de Carabayllo junto a su pequeño de 2 años. Desde muy pequeña tuvo un problema en la vista. Su familia con lo poco que tenía buscó dar con el diagnóstico; sin embargo, ello tomo muchos años. Hoy con 25 años y con un niño, esta madre ha ido perdiendo la visión.
“Conocí a Rosa en una sesión del proyecto CASITA. Me pareció raro que estén dos personas acompañando al niño, por lo que decidimos preguntar que sucedía. Ella nos comentó sobre su limitación con la vista, pero que eso no la limitaba a llevar a su pequeño a desarrollar sus habilidades en estas sesiones”, indica Llalú Ríos, asistente técnico de Socios En Salud.
Rosa, con el apoyo de sus familiares lleva a Juan a las sesiones de CASITA. Este pequeño de 1 año y 7 meses presenta retraso en su desarrollo y problemas en su alimentación, por lo que desde hace unos meses viene participando de las terapias para mejorar su desarrollo y crecimiento.
“Juan está recibiendo acompañamiento para mejorar su anemia y Socios En Salud está apoyando con alimentación, también se está trabajando con el establecimiento de salud para las chispitas y el sulfato ferroso”, menciona Ríos.
Con el trabajo realizado por el establecimiento de salud y el acompañamiento que se le brindó a la familia, Juan mejora su salud; sin embargo, la visión de Rosa empeora y limita sus actividades y el cuidado de su pequeño hijo.
Ante esta situación, el equipo de Socios En Salud se movilizó para que Rosa sea atendida en el Instituto Nacional Oftalmológica (INO). Una vez atendida por los especialistas, esta madre ya cuenta con un diagnóstico de Leucoma y espera un trasplante de corneas.
Gracias a tu apoyo, Rosa lleva su tratamiento de Leucoma y su niño sigue asistiendo a las sesiones de CASITA.