Cada año más estudiantes extranjeros optan por convertir sus vacaciones en una oportunidad para colaborar con proyectos de salud en Perú, como el caso de Kennedy Jensen, una estudiante del Dartmouth College.
“Vine a aportar un granito de arena, pero mi visita a Perú terminó cambiando mi perspectiva de vida”, explica Kennedy cuando se le pregunta por qué vino a Perú. “Me inscribí como voluntaria para enseñar; sin saber que en Socios En Salud aprendería a conocer un mundo diferente y descubría el valor real de las personas”.
Kennedy era consciente de que la experiencia que le esperaba en Perú no era sencilla de asimilar, sobre todo teniendo en cuenta que se dedicaría a una labor comunitaria en salud. Es por ello por lo que su voluntariado en el proyecto de salud mental con pacientes que reciben tratamiento de tuberculosis multidrogo resistente fue impactante.
“Entendí que la labor de SES es muy fuerte, pues es muy importante asegurar que los pacientes no abandonen el tratamiento de tuberculosis, por ello, es importante la salud mental de los pacientes”, menciona.
La experiencia del día a día, las conversaciones con los pacientes, con las agentes comunitarias, con los psicólogos de SES, Kennedy terminó entendiendo que la tuberculosis puede ser tan devastadora como un tsumani. “No puedo sentir el dolor que sienten los pacientes, pero puedo ver como afecta directamente a la familia, a su futuro, a sus oportunidades, y sobre todo su tranquilidad”.
Para esta voluntaria que vino a Perú a enseñar sus habilidades sociales, esta experiencia le enseñó que primero debemos escuchar, acompañar y cuidar. “No puedo describir bien mi experiencia, pero sé que cambió mi perspectiva y ahora sé que también cambió las vidas de los otros voluntarios que han venido a SES a ser parte de su mundo”.