Conoce la historia de Jessica, una mujer con esquizofrenia, que vivió encadenada por más de 14 años, sin haber recibido tratamiento psiquiátrico.
Es necesario subir más de 160 peldaños de una escalera de cemento para llegar a la casa de Jessica, un lugar lleno de escombros y desperdicios ubicado en la parte alta de Comas, uno de los distritos de Lima Norte más pobres y marginados del Perú. No obstante, para el equipo de psicólogos de Socios En Salud, la distancia no es un impedimento para construir vínculos, especialmente con aquellas personas que padecen algún tipo de sufrimiento mental.
Jessica, una mujer de 34 años, vivía encadenada y atada de la cintura a una viga de madera, la cual estaba ubicada en medio de su precaria casa y servía como soporte del techo de la misma. Su madre, Yrene, refirió que no tenía otra opción, pues Jessica; solía escuchar voces, hablar sola, pensar que todas las personas la miraban, salía desnuda a la calle y había intentado incendiar su domicilio en el 2019, y en otras ocasiones, solía escaparse de casa, regresando unos días después junto a efectivos policiales. El acceso a un tratamiento oportuno hubiese podido evitar y controlar esta combinación de delirios, trastornos del pensamiento y comportamiento. Desafortunadamente, no se pudo llevar a cabo.
Tras la alerta de los vecinos a las autoridades locales, se logró contactar con el Centro de Salud Mental Comunitario (CSMC) Wiñay, uno de los 3 Centros de Salud Mental Comunitarios, con los cuales Socios En Salud trabaja de manera articulada a través de su Programa de Salud Mental desde el 2019. Esto con el objetivo de fortalecer capacidad de respuesta multisectorial en la salud mental de las personas con trastorno mental crónico.
En marzo del 2022, tras la intervención coordinada entre del CSMC Wiñay, Socios En Salud y la comunidad, Jessica, finalmente, se libera de las cadenas, inicia su tratamiento psiquiátrico, empezando a desarrollarse de manera digna y libre de ataduras no solo materiales, sino también psicológicas y emocionales, lejos del sufrimiento, llanto y enojo que la atormentaron por más de 14 años.
A partir de este momento, Socios En Salud realiza acompañamiento y monitoreo constante tanto a Jessica como a su mamá. Esto con el propósito de velar por el cumplimiento de citas médicas, acceso a medicamentos, vacunas, alimentación y soporte social. Una agente comunitaria se encarga de manera servicial de estas actividades. En estos momentos, Jessica avanza en su rehabilitación y recuperación, tanto así que cuando recibe la vista de la agente comunitaria, ella la recibe son alegría, abrazos y atención.
“Detrás de Jessica, hay muchas personas ayudándola, está la ONG, el Centro de Salud Mental Comunitario, está la misma comunidad y la junta de vecinas que las apoya. El avance y mejora de la salud de Jessica es evidente. Me siento muy alegre por Jessica”, expresó Belinda Pineda, vecina y presidenta de la comunidad.
Así como Jessica, existen 736 millones de mujeres en el mundo que ha experimentado alguna vez en su vida violencia física, psicológica o sexual por parte de sus parejas o familiares. Sin embargo, menos del 40 % busca algún tipo de ayuda. En el Perú, durante el estado de emergencia ocasionado por la COVID-19, el 22,6 % de ataques terminaron en feminicidio, una cifra alarmante, que revela la necesidad de defender los derechos de las mujeres y luchar por un mundo libre de violencia de género. Así mismo, en el Perú, existen más de 280 000 personas que sufren de esquizofrenia, un trastorno mental grave que transforma la realidad de manera anormal, pero que solo el 62% obtiene un diagnóstico de la enfermedad.
En Socios En Salud estamos seguros de que el acceso a una atención de salud oportuna y de calidad es la base de la construcción de una sociedad equitativa y saludable, donde todas las vidas tienen el mismo valor. Continuaremos trabajando articuladamente para que las brechas en el acceso a la salud se acorten y las injusticias sociales se curen.