Cada 4 de junio se conmemora el Día del Agente Comunitario, una iniciativa dedicada a honrar y reconocer la labor clave de los agentes comunitarios de salud a favor de la promoción, cuidado y tratamiento de la salud integral.
Los agentes comunitarios son profesionales de la salud o voluntarios que trabajan en estrecha colaboración con las comunidades locales para mejorar la salud y el bienestar de su población. Su papel es fundamental, especialmente en áreas donde los recursos médicos son limitados o inaccesibles.
Estos agentes realizan una variedad de tareas, como brindar educación sanitaria, promover prácticas saludables y prevención de enfermedades, ofrecer servicios básicos de atención médica, realizar visitas domiciliarias, identificar problemas de salud en la comunidad y colaborar con otros profesionales de la salud.
En el 2022, más de 400 agentes comunitarios de Socios En Salud fueron entrenados para fortalecer sus habilidades y capacidades, logrando liderar, por ejemplo, 3045 consultas de salud mental en Primeros Auxilios Psicológicos (PAP) y acompañando a 2022 mujeres en la realización de exámenes clínicos: biopsia, colposcopia, quimioterapias, mamografías, pruebas moleculares, entre otros.
El compromiso con la salud de la comunidad
Vilma Lozada se desempeña desde hace más de 24 años como agente comunitaria de salud y está cada vez más segura de que trabajar a favor de su comunidad fue la decisión correcta.
Como parte de su labor, Lozada realiza diversos exámenes clínicos, como mediciones de glucosa, colesterol, triglicéridos y hemoglobina glucosilada en las Casas de la Salud ubicadas en el distrito de Carabayllo, un compromiso diario para proporcionar atención médica y promover la salud integral en su comunidad.
Su motivación principal era ayudar a estos pacientes a lograr su recuperación, por lo cual hasta ahora se encarga de acompañarlos y hacerles seguimiento constante. Una labor que continuó durante la crisis de la COVID-19.
«En tiempos de pandemia, asumimos valientemente el desafío de liderar campañas de salud comunitarias, incluso sabiendo que podríamos arriesgar nuestra propia salud. Nuestro único objetivo era velar por el bienestar de nuestra comunidad, convirtiéndonos en una pieza fundamental en la primera línea de atención sanitaria».
A lo largo de su experiencia, ha aprendido a valorar la vida y la salud de cada persona, adquiriendo conocimientos sobre diversas enfermedades, a través de capacitaciones periódicas, para aplicarlos en su comunidad y en sus pacientes. Lozada se encuentra comprometida a contribuir con la creación de una comunidad saludable, promoviendo la salud a través de apoyo, monitoreo y concientización de las personas.
Inspirando a las futuras generaciones
“Voy a cumplir 60 años y mi mayor anhelo es continuar siendo la voz de mi comunidad”.
Hace dos años llegaría a Fanny Corazo la propuesta para unirse a las agentes comunitarias de SES. Ella siempre se ha caracterizado por su espíritu solidario, que le ha permitido desde mucho antes apoyar a su comunidad dentro sus posibilidades, posicionándose como una agente de cambio.
La preocupación de ver a las personas de su comunidad abandonar sus tratamientos y padecer por la falta de acceso a servicios básicos de salud se convertiría en su razón para llegar hasta los lugares más lejanos y de difícil acceso en Carabayllo, con el fin de realizar búsquedas activas de pacientes de tuberculosis y contribuir en el tratamiento y prevención de la enfermedad.
Además, Corazo se encarga de acompañar a los pacientes diagnosticados en los distintos establecimientos de salud de Carabayllo y se asegura de que cada uno acuda a sus citas médicas. Por ello cree que la confianza y educación es esencial para que los pacientes puedan eliminar el miedo a afrontar la enfermedad.
En este tiempo ha logrado aprender, mediante capacitaciones ofrecidas por SES, temas preventivos, primeros auxilios e aplicación de inyectables. A diario ejecuta estos conocimientos a favor de la población y lo piensa hacer hasta alcanzar la justicia social.
Agentes de solidaridad y bienestar
Anita Senteno fue testigo de cómo personas cercanas fallecieron por dificultades económicas y sociales en la comunidad de Carabayllo. Esto marcaría su vida y se transformaría en su motivación.
Por ello no dudó en unirse al equipo de agentes comunitarios de SES desde hace más de cinco años. Senteno considera que el papel que desempeña es esencial en la concientización de los familiares sobre los diagnósticos de los pacientes, lo cual contribuye a mejorar su calidad de vida y eliminar estigmas. En estos años ha confirmado que su vocación es ayudar a las personas que más lo necesitan.
En la actualidad lo que más le entusiasma es el seguimiento de sus pacientes y asegurarse de que tomen sus medicamentos hasta lograr su curación, porque “contribuir al menos con un granito de arena a mi comunidad es lo que más feliz me hace”, expresa con orgullo.
Esta labor ha transformado su forma de pensar, actuar y reflexionar sobre la relevancia de la empatía en la calidad de vida de los pacientes. “Ser agente comunitario de salud ha sido una herramienta fundamental que me ha permitido brindar ayuda a las personas, al mismo tiempo que ha contribuido con mi propio crecimiento personal”, expreso comenta con orgullo al saberse parte del cambio que realiza a diario en su comunidad.
En Socios en Salud, deseamos expresar nuestro sincero agradecimiento y reconocimiento por la invaluable labor que los agentes comunitarios de salud realizan día a día. Apreciamos su perseverancia y su papel fundamental como la voz de aquellos que no pueden expresarse por sí mismos.