Más salud, menos estigmas. Bajo este lema Socios En Salud (SES) inició junio, el Mes del Orgullo LGBTIQ+ en todo el mundo, para visibilizar los retos pendientes para lograr un sistema de salud libre de discriminación y respetuoso de todas las diversidades.
Según la II Encuesta Nacional de Derechos Humanos: Población LGBT, en el Perú un 47 % de personas de la comunidad aseguraron sentirse “muy discriminados” en la sociedad, una problemática que se replica en otros espacios, como los establecimientos de salud.
Si bien es cierto que la data nacional es escasa, en Estados Unidos, por ejemplo, un 56 % de personas gay, lesbianas y bisexuales afirmaron haber enfrentado casos de discriminación en servicios médicos como: negativa de atención médica; ser culpados por su estado de salud; lenguaje grosero, entre otros maltratos por parte del personal médico.
La situación se agrava si hablamos de otras diversidades. En Chile, la Primera Encuesta para personas trans reveló que un 95 % de personas transgénero habían sufrido discriminación en los centros de salud.
Conscientes de esta problemática que no es ajena a nuestro país, en Socios en Salud nos une el compromiso de crear espacios seguros e inclusivos con salud integral y de calidad para todas las personas, por lo cual se vuelve necesario visibilizar tres retos pendientes que el sistema de salud peruano tiene con las personas LGBTIQ+:
1. Frenar los estigmas sobre la Comunidad LGBTIQ+ en los servicios de salud
Las personas LGBTIQ+ son más vulnerables a enfrentar maltratos, hostigamiento e incluso violencia física en los sistemas de salud. Las preguntas fuera de lugar, la estigmatización sobre prácticas sexuales o la negación de algunos procedimientos por motivos de identidad de género y orientación sexual son solo algunas de las barreras que enfrentan y que impactan directamente en su bienestar físico y salud mental.
Al respecto, se necesita personal de salud capacitado en atención a las minorías sexuales y de género, para garantizar una atención igualitaria y de calidad, libre de estigmas y respetuosa de todas las diversidades.
2. Asegurar el acceso seguro y oportuno a terapias de hormonización para la población trans
Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el promedio de vida para las personas trans en América Latina es de 35 años. Factores como el acceso limitado a servicios de salud básicos, el tratamiento tardío de ITS, VIH, y otras enfermedades, así como la violencia sistemática que desemboca en casos de homicidio, acortan la esperanza de vida de la población trans en el Perú.
Al respecto, ejercer su derecho a la salud, sobre todo al acceso a terapias hormonales de feminización seguras y oportunas, sigue siendo un reto pendiente. Si bien existe una guía para brindar esta terapia, que incluso es cubierta por el Seguro Integral de Salud (SIS), en el camino se presentan obstáculos como casos de discriminación por parte de personal médico no capacitado y escasa oferta de medicamentos para iniciar dicha terapia, lo cual puede derivar en casos de automedicación que impactan en la calidad de vida de las mujeres trans.
3. Garantizar el acceso a servicios de prevención y atención de VIH e ITS
Los hombres gays, bisexuales y mujeres transgénero son el principal grupo en riesgo de contraer VIH e ITS en el Perú. Si bien desde el 2004 el Estado peruano garantiza el acceso universal y gratuito a los medicamentos antirretrovirales y al tratamiento para el VIH/SIDA, la prevención seguirá siendo un factor clave en la lucha contra esta infección de transmisión sexual y otras.
En ese sentido, seguir impulsando campañas para el uso del condón, y sobre todo abogar por adoptar como política pública permanente el acceso gratuito a la profilaxis preexposición (PrEp, por sus siglas en inglés), un método de prevención eficaz para evitar la infección del VIH, así como el acceso al tratamiento como estrategia de prevención de la transmisión viral a otras personas, son tareas esenciales sobre las que generar conciencia en este mes.
La labor de SES a favor de la salud de la comunidad LGBTIQ+
A través de nuestro Programa de VIH e ITS buscamos fortalecer la atención integral: clínica, psicológica y social en la prevención y cuidado de infecciones de transmisión sexual, desde el tamizaje hasta el inicio y continuidad del tratamiento, enfocándonos en la búsqueda activa, detección y tratamiento que facilita el inicio oportuno del tratamiento antirretroviral (TARGA).
Así, a través de nuestras brigadas móviles de salud, realizadas en Lima Norte en hombres que tienen sexo con hombres y en Lima Metropolitana en mujeres transgénero, 60 % de 140 personas fueron vinculadas a los Centros de Referencia de Infecciones de Transmisión Sexual y VIH/SIDA (CERITSS) para iniciar el tratamiento antirretroviral.
Asimismo, la última encuesta que realizamos a 301 mujeres transgénero de 11 distritos de Lima Metropolitana, en el 2022, reveló que:
– 40 % no se había realizado un descarte de VIH en el último año
– 40 % jamás se había realizado un descarte de tuberculosis
– 80 % presentaba algún grado de depresión o violencia
– 54 % se dedicaba al trabajo sexual
A raíz de estos hallazgos, implementamos una estrategia comunitaria para mejorar y fortalecer la salud clínica, emocional y psicosocial de 370 mujeres transgénero de Lima Metropolitana, bajo la perspectiva de derechos humanos y no discriminación.