La reciente ampliación del Petitorio Nacional Único de Medicamentos Esenciales (PNUME) del Ministerio de Salud (MINSA), que incluye nuevos medicamentos en el tratamiento de la tuberculosis, marca un hito en el Perú, ya que asegura su disponibilidad y accesibilidad en el sistema de salud nacional.
Así lo señalan Judith Jiménez, jefa del Programa de Tuberculosis (TB) de Socios En Salud, y el Dr. Rafael Durand, del Policlínico SES.
Para ambos expertos, la incorporación de estos nuevos fármacos significa que estarán “regulados y podrán ser adquiridos y distribuidos por el Estado, garantizando que los pacientes con TB puedan recibir tratamientos efectivos y modernos de acuerdo con guías internacionales”.
¿Cuáles son los nuevos medicamentos y para qué sirven?
Los nuevos fármacos incluidos en el PNUME para tratar la TB son los siguientes:
Rifampicina 75mg / Isoniacida 50mg / Pirazinamida 150mg (tableta dispersable en Dosis Fija Combinada (DFC))
Etambutol 100mg (tableta dispersable)
Rifampicina 75mg / Isoniacida 50mg (tableta dispersable en DFC)
Isoniacida 300mg /Rifapentina 300mg (DFC)
Delamanid
Pretomanid
Entre ellos, destacan las tabletas dispersables para niños con un peso menor a 25 kilos que estén diagnosticados con TB sensible, así como combinaciones en formato DFC, pues permiten una mejor tolerancia, dosificación y adherencia al tratamiento en este grupo etario, según Durand y Jiménez.
Además, medicamentos clave como delamanid y pretomanid contribuyen al tratamiento de la tuberculosis multirresistente (TB-MDR) y la pre-extensamente resistente (pre-XDR). Jiménez destaca que estas medicinas incrementan la eficacia en casos complejos, reducen abandonos y mejoran las tasas de curación, fortaleciendo la lucha contra formas resistentes de TB.
Impacto en la lucha contra la TB resistente
La incorporación de estos medicamentos también abre la puerta a regímenes más cortos y efectivos de tratamiento de la TB, como el esquema endTB. Este régimen, que este año ya ha sido implementado por el MINSA en 112 personas con tuberculosis, reduce el tiempo de terapia a nueve meses y prescinde del uso de inyectables.
Asimismo, Jiménez y Durand enfatizan que esta nueva medida del MINSA podría impactar de la siguiente manera en la lucha contra la TB resistente:
Reducción de resistencia: la disponibilidad de tratamientos más efectivos puede prevenir el desarrollo de nuevas resistencias a la enfermedad.
Aumento en la tasa de curación: mejores medicamentos y regímenes reducen los abandonos de terapia y mejoran las tasas de éxito.
Fortalecimiento del sistema de salud: este cambio posiciona al Perú como un líder en la lucha contra la TB resistente, asegurando que las políticas públicas estén alineadas con las mejores prácticas internacionales.
Aun así, su éxito dependerá de una implementación adecuada. Según los especialistas, el MINSA deberá capacitar al personal de salud para el uso correcto de los nuevos tratamientos y garantizar su distribución en las regiones más necesitadas.
El rol de la comunidad y Socios En Salud
Las comunidades juegan un papel central en la adopción de estos avances. Jiménez y Durand señalan que la Dirección de Redes Integradas de Salud (DIRIS) y la Gerencia Regional de Salud (GERESA) deben proyectar necesidades y solicitar los medicamentos al MINSA.
Paralelamente, es crucial socializar los beneficios de estos tratamientos y medicamentos en las comunidades y entre los actores de salud locales.
Por su parte, Socios En Salud fortalece estos esfuerzos mediante capacitación y asistencia técnica. «SES contribuye a que los nuevos tratamientos lleguen a quienes más los necesitan, fortaleciendo el compromiso del sistema con la lucha contra la tuberculosis», concluyen los expertos.
Si deseas recibir más información de nuestras actividades, puedes suscribirte aquí. ¡Únete a nuestro movimiento por la salud!