¿Por qué es importante el trabajo del Dr. Paul Farmer en Perú?

Publicadas en
Mié, Oct 11 2023

El interés de Paul Farmer por Perú nació a través de un amigo suyo, el padre Jack Roussin, a quien había conocido en Boston durante sus años en la Universidad de Harvard.  

A principios de los noventa, el padre Jack, que al igual que Paul irradiaba un espíritu de lucha contra las injusticias sociales, había dejado Estados Unidos para mudarse a Perú, donde estableció una parroquia en el distrito de Carabayllo. 

Cada vez que el sacerdote visitaba Boston, siempre les mencionaba a sus amigos Paul, Jim y Ophelia, que Partners In Health debía empezar un proyecto en ese distrito limeño. La pobreza rebalsaba Carabayllo y la calidad de vida era un mal sueño.  

El equipo accedió. El plan inicial era implementar un pequeño proyecto de mejora sanitaria con base en un censo, el cual aplicarían para identificar los principales problemas de salud en la comunidad. 

Al inicio encontraron problemas similares a los de Haití, como la tuberculosis (TB), pero supuestamente nada de gravedad. Además, la OMS destacaba que Perú era uno de los países en vías de desarrollo con el mejor programa de control de TB en el mundo. 

Aparentemente, no había mucho de qué preocuparse. Paul recordaba incluso haberle dicho a Jim: “La tuberculosis es lo único de lo que no tenemos que ocuparnos aquí [en Perú]”

Pero la realidad iba a ser muy distinta y sobre todo cruel. 

Todo cambió cuando en mayo de 1995 el padre Jack cayó enfermó. Lo llevaron a Boston, donde le diagnosticaron tuberculosis y empezó un tratamiento convencional contra la enfermedad. Un mes después, el sacerdote falleció.  

El golpe fue duro para el equipo, especialmente para Paul. No solo estaba afectado por la partida de su amigo, sino también por la confirmación de una realidad más aterradora: el padre Jack había fallecido de tuberculosis multidrogorresistente a los medicamentos (TB-MR).  

Esto significaba, con casi total seguridad, que alguien en Carabayllo lo había contagiado y, por ende, que más personas podían estar viviendo con la enfermedad. 

Imagen eliminada.

El Dr. Jaime Bayona, el Dr Jim Yong Kim, el Dr. Paul Farmer y Ophelia Dahl durante una vista a Perú en 2009.  

Desde ese momento empezaría una lucha de largo aliento en Perú, encabezada por el Dr. Paul Farmer, el Dr. Jim Yong Kim, y el entonces director de Socios En Salud, el Dr. Jaime Bayona.  

El origen del problema se encontraba en que los pacientes con TB-MR no recibían un tratamiento adecuado para su condición en los hospitales peruanos, y al final terminaban desarrollando resistencia a cuatro o incluso cinco fármacos contra la TB.  

El sistema de salud peruano seguía las directrices de la OMS y su estrategia DOTS (tratamiento directamente observado), que se usaban para asegurar que el paciente de tuberculosis reciba e ingiera todos los medicamentos, y para vigilar su respuesta al tratamiento. 

Pero en el caso de los pacientes con TB-MR seguir un tratamiento convencional era casi una sentencia de muerte. Nunca se curaban por más pastillas que ingirieran, propagaban la enfermedad en sus comunidades, y tiempo después fallecían.   

Paul y Socios En Salud no solo se trazaron cambiar el chip del sistema de salud peruano, sino también el de la OMS; una de sus posturas oficiales de la época decía: “en los países en vías de desarrollo, las personas con tuberculosis multirresistente suelen acabar muriendo, ya que normalmente es imposible acceder a un tratamiento eficaz en los países pobres”

No es exagerado decir que Paul y Kim se convirtieron en una suerte de dúo de Robin Hood’s de la medicina. Cada vez que visitaban el Brigham and Women’s Hospital de la Facultad de Medicina de Harvard, llenaban sus maletas de fármacos para tratar la TB-MR, los cuales luego traían consigo a Perú, y cuya cuenta era cubierta por Tom White, uno de los primeros benefactores de PIH. 

“El Dr. Paul llegaba de EE.UU. con las maletas llenas de medicinas, cualquiera pensaría que traería ropa en su equipaje. Era una alegría verlo llegar a Carabayllo, nosotros lo esperábamos como si fuéramos unos niños cuando esperas ver a tu papá tras llegar de viaje”, recuerda Karin Llaro, enfermera en Socios En Salud, sobre esas épocas. 

Los esfuerzos finalmente darían sus frutos.  

Cuando Socios En Salud comenzó el primer tratamiento de TB-MR para 75 pacientes en Perú, tuvo una tasa de curación del 83%. ¡La tasa de curación más alta del mundo en ese momento! 

SOCIOS EN SALUD - Paul Farmer

El Dr. Paul Farmer (en el medio) durante una visita a Carabayllo en 2013. 

Paul y el equipo de SES demostraron al mundo y a toda la comunidad científica que se podía aplicar un tratamiento para la TB-MR en el ámbito comunitario. Pero no solo eso. 

Los expertos en control de la tuberculosis habían declarado que el tratamiento de la TB-MR era demasiado caro, pero nadie había intentado recortar el gasto principal, que eran los fármacos de elevadísimo precio. 

El trabajo de Socios En Salud y las acciones de abogacía del equipo influyeron en que la OMS aceptara incluir los antibióticos de segunda línea en la lista de fármacos esenciales contra la TB. Los fármacos para tratar un caso de TB-MR resistente a cuatro fármacos le costaban ahora a PIH alrededor de mil quinientos dólares, en lugar de quince mil, y los precios seguían bajando de manera rápida y sustancial. 

Decíamos que Paul era un aventurero al que la vida lo había preparado para ser un nómada. Y es que no había cansancio que lo frenara.  

Para venir a Perú, Paul solía manejar antes del amanecer desde la sede de PIH en Cange, Haití, hasta la capital Puerto Príncipe. Si había tráfico, le dejaba el carro a uno de sus ayudantes y se iba corriendo hasta el aeropuerto. Allí cogía un vuelo a Miami y esa misma noche estaba aterrizando en Lima, para luego trasladarse hasta Carabayllo. 

Así de incansable era el amor de Paul por el Perú y su gente.  

Hilda Valdivia, miembro del equipo del programa de TB en Socios En Salud, lo recuerda así: “El Dr. Paul era conocido como el doctor del pueblo, un símbolo de lucha por la justicia social, quien a pesar de tener limitaciones con el idioma logró comunicarse con pacientes y líderes de la comunidad, motivado por su compromiso y dedicación en brindar una atención segura y de calidad a todos los que lo necesitaban”. 

Al igual que en el mundo, el legado de Paul vive y vivirá por siempre en Perú en cada acción que la familia de Socios En Salud emprenda para demostrar que la injusticia tiene cura.