Testimonio Desarrollo Infantil: cuidado durante la COVID-19

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Jue, Mar 25 2021

 

Valentina es una niña de 1 año y 9 meses que logró mejorar su desarrollo infantil gracias a la oportuna intervención del proyecto CASITA perteneciente al Programa de Salud Comunitaria de Socios En Salud realizado en el distrito de Carabayllo.

En el Asentamiento Humano Juan Pablo II del distrito de Carabayllo, vive Rocío Salas, una mujer de 34 años procedente del departamento de Ancash. Ella es madre de Camila, de 7 años; y Valentina de tan solo un año y nueve meses, y a diario se esmera por el desarrollo emocional, verbal y cognitivo de ambas.

Rocío es consciente de que los primeros años de vida de Valentina son esenciales para su crecimiento y desarrollo humano. Este cuidado constante le permitió notar oportunamente que los movimientos de la mano de Valentina no eran acordes a su edad: tenía problemas de en el desarrollo de su coordinación y habilidades motoras.  Debido a ello, Rocio y Valentina fueron invitadas a formar parte de “CASITA”, programa desarrollado por Socios En Salud que busca mejorar el vínculo e interacción entre el cuidador y el niño, disminuyendo el riesgo de retraso en el desarrollo neurológico en menores de 2 años.

 

 

Ahora, Rocio no duda en iniciar sus actividades a las 4.00 a.m. para preparar los alimentos del día y así tener más tiempo para acudir con Valentina al Centro de Salud Comunitario Juan Pablo II. Cada jueves Camila le recuerda a su madre que Valentina recibirá la visita de la señora María Luz, agente comunitaria del proyecto que acompaña a Rocío y Valentía hace más de 16 semanas.

 

“La señora María Luz me dio la confianza de poder participar en el proyecto, hubo una oportunidad que no pude asistir y me motivó a retomar las sesiones”, explicó Rocío.

 

La llegada del Covid-19 no los detuvo ni los detendrá. Por el contrario, el proyecto CASITA decidió continuar con las sesiones de socialización, las cuales se desarrollaron de manera remota por medio de videollamadas, imágenes y otros materiales previamente validados.  Por otro lado, la presencia del padre en casa fue muy importante y positiva para el desarrollo de Valentina, quién compartieron mucho más tiempo juntos.

“Durante las 12 sesiones pude entender la importancia del dominio de los movimientos de la mano, la coordinación y el lenguaje que desarrollamos al lado de nuestros hijos, en conjunto con otras madres de familia, guiados por los expertos de Socios En Salud y el Centro de Salud antes de la pandemia. Actualmente, mi Valentina coge la cuchara de manera espontánea y precisa a la hora de comer”, declaró Rocio.

 

Hoy en día, Valentina sonríe cada vez que la llaman por su nombre y juega con una botella introduciendo los granos de maíz que su madre usualmente utiliza para preparar los alimentos en casa. Rocio y Camila celebran con aplausos y risas alentando a Valentina a continuar con el juego. El sueño de ver a sus hijas felices se ha cumplido; sin embargo, Rocio piensa a diario en otro sueño: la construcción de la casa propia. “Gracias a Dios ya solo me falta meses para que me pueda mudar a mi casita”, compartió.

Con las acciones del proyecto “CASITA” buscamos impulsar el desarrollo infantil temprano en las comunidades que más lo necesitan, porque nos esforzamos por crear un futuro en el que se garantice el derecho de toda persona a una atención de salud de calidad.