En la mayoría de los centros de salud, la primera persona que atiende a alguien no es un médico. Es una enfermera o una obstetra. Ellas acompañan el crecimiento infantil, detectan enfermedades prevenibles y son pilares en programas clave como salud mental, VIH, tuberculosis o salud sexual y reproductiva.
Aunque su rol es esencial, pocas veces se reconoce que, además de brindar atención, estas profesionales lideran equipos, impulsan cambios y enfrentan situaciones críticas con liderazgo, empatía y capacidad de decisión. Su impacto va más allá de lo clínico: son referentes para sus colegas y comunidades.
Por eso, en el marco de la Semana de la Enfermería, Socios En Salud (SES) resalta el trabajo de enfermeras y obstetras como líderes en salud comunitaria, y subraya la necesidad de fortalecer sus habilidades en liderazgo, mentoría y toma de decisiones para enfrentar los desafíos del sistema de salud.

Rosa Yataco, jefa de monitoreo y evaluación en la DGP de Socios En Salud, lideró el programa de capacitación en habilidades de liderazgo para enfermeras y obstetras.
Foto de Julio López / SES
Formar líderes en salud desde el primer nivel de atención
“El liderazgo es algo que ejercemos todos los días, pero no siempre somos conscientes de ello”, dice Rosa Yataco, jefa de monitoreo y evaluación en la Dirección de Gestión de Programas de SES.
Por ello, Socios En Salud implementó un Programa de Capacitación en Habilidades de Liderazgo para Enfermeras y Obstetras, con una duración de seis meses en el que participó el 70% de estas profesionales de la salud.
El liderazgo en salud comunitaria permite responder a poblaciones vulnerables en contextos con acceso limitado. En Perú, enfermeras y obstetras lideran desde lo clínico y lo social. Por eso, programas como este buscan impulsar un liderazgo transformacional con impacto técnico y comunitario desde el primer nivel.
“Muchas de nuestras colegas tienen temor de participar en nuevas oportunidades. A veces por no saber cómo empezar. Por eso decidimos crear un programa que las ayudara a reconocer su liderazgo y a prepararse para tomar decisiones en su entorno de trabajo”, cuenta Yataco.
Fue ella quien estuvo a cargo del programa, que contó con un total de seis módulos enfocados en temas como fundamentos del liderazgo en salud comunitaria, autoliderazgo y gestión personal, comunicación y trabajo en equipo, toma de decisiones y resolución de problemas, ética y empoderamiento en el liderazgo, y liderazgo aplicado en la comunidad.
Para Yataco, la formación constante es clave. “Un líder no se forma de un día para otro, va ganando experiencia y debe compartirla con otras, como mentora, como par”, señala.

Las obstetras Danna Obregón, Jenny Orihuela y Carla Rodríguez, de los programas SAMIA, Unidad de Ensayos Clínicos y VIH, respectivamente, reforzaron sus habilidades de liderazgo, consolidando su rol clave en la atención y transformación de la salud comunitaria.
Foto de Julio López / SES
El liderazgo en acción: experiencias desde el campo
Danna Obregón, obstetra y coordinadora del programa Salud Materno Infantil y Adolescentes (SAMIA), reconoce que el curso de liderazgo le permitió identificar algo que ya venía haciendo: liderar un equipo de agentes comunitarias. “Yo era quien tenía la formación profesional, pero ellas eran las que acompañaban a las personas en su día a día. Entonces mi rol era también brindarles herramientas y reconocerlas como agentes de cambio”.
Obregón subraya que las enfermeras y obstetras ya son líderes naturales del primer nivel de atención: “Somos quienes trabajamos directamente con la comunidad, quienes promovemos salud y prevenimos enfermedades. Pero eso requiere preparación y liderazgo para enfrentar lo inesperado que siempre aparece en la comunidad”.
Jenny Orihuela, obstetra y monitora de estudios clínicos en la Unidad de Ensayos Clínicos (UNEC), añade que el liderazgo también se ejerce en entornos técnicos. “Me ha permitido mejorar la escucha activa, el trabajo en equipo y generar confianza. Y eso es fundamental, porque en salud comunitaria, si las personas no confían en ti, no puedes ayudarlas”.
Para Orihuela, el liderazgo no solo debe aplicarse al trabajo, sino también a la transformación social: “Si pudiera implementar un cambio, sería desde la educación. Si la población se educa mejor en salud, puede cuidarse más y acudir oportunamente a los centros de salud”.

Durante seis meses, el 70 % de las enfermeras y obstetras de Socios En Salud participó en este programa de capacitación para fortalecer sus habilidades de liderazgo y responder con mayor preparación a los desafíos de la salud comunitaria.
Foto de Julio López / SES
Romper estereotipos: obstetras en comunidades invisibilizadas
Carla Rodríguez, obstetra y coordinadora del programa de VIH e ITS, relata que gracias a su rol ha podido romper estereotipos sobre su profesión. “Solemos asociar a la obstetra con la atención del parto o la salud de mujeres en edad fértil. Pero hoy trabajo con mujeres trans, una población que históricamente ha estado excluida del sistema”.
A través de su trabajo, Rodríguez no solo brinda atención, sino que construye puentes de confianza. “Liderar en este contexto es también sensibilizar desde la forma en que hablas, cómo miras o cómo te diriges a las personas. Es un reto constante, porque muchas de ellas han sufrido rechazo familiar y social”.
Su mayor deseo: igualdad de oportunidades. “No solo en acceso a salud, sino en derechos. Eso es lo que realmente puede cambiar la vida de estas comunidades”.
Por otro lado, en zonas rurales, donde a menudo no hay médicos disponibles, las enfermeras lideran solas la atención en los centros de salud. Edith Soncco, enfermera en la UNEC, recuerda la importancia del trabajo en equipo y la comunicación clara para lograr cambios. “La enfermera no solo atiende: organiza, dirige y enfrenta lo que se presente. Por eso es fundamental que se empodere y fortalezca sus habilidades”.
El impacto de su rol va más allá de lo clínico. Al manejar programas como tuberculosis, nutrición o salud mental, muchas veces son las únicas referentes de salud en comunidades aisladas.

Tomar la voz es importante: el programa buscó que enfermeras y obstetras de Socios En Salud reconozcan y fortalezcan su liderazgo para transformar la atención desde la comunidad.
Foto de Julio López / SES
Un futuro con más oportunidades
Todas coinciden en algo: el liderazgo se aprende, se entrena y se fortalece con la experiencia y la formación constante.
Desde Socios En Salud, esta semana sirve como una oportunidad para hacer visible lo que muchas veces es invisible: el liderazgo determinante de las enfermeras y obstetras en el sistema de salud.
Para Rosa Yataco, este es solo el primer paso: “Necesitamos que más profesionales se atrevan, se capaciten y se reconozcan como líderes. Porque en la comunidad, su rol no solo es clínico. Es transformador”.
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