En 2021, Isabel Alegre, entonces de 49 años, acudió al Centro de Salud Materno Infantil Santa Luzmila II, ubicado en el distrito de Comas, para aprovechar una campaña gratuita de despistaje de cáncer de mama, diabetes, entre otras enfermedades no transmisibles de Socios En Salud.
Aquel año, Isabel había empezado a sentir un leve dolor en el seno izquierdo, que asoció con un golpe recibido accidentalmente cinco años atrás. Sin embargo, tras pasar por una revisión clínica, supo que no se trataba de un problema muscular.
“La obstetra me encontró un bulto y me mandó a hacerme una ecografía”, recuerda. Fue tras ese examen que le recomendaron realizarse una mamografía, gestionada a través de Socios En Salud en la Clínica Cori, situada en Los Olivos, y también una biopsia en el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN).
El diagnóstico resultó desalentador: padecía un carcinoma de mama en estadio II. “Me sentí como si me hubieran tirado un balde de agua fría”, dice Isabel. “Mi preocupación era sobre todo saber quién me podía ayudar, porque no tengo los medios económicos (para enfrentar la enfermedad)”.
Una detección a tiempo es una vida salvada
En Perú, el cáncer de mama es considerado como la segunda neoplasia más frecuente. El último año, afectó a más de 2,000 mujeres, según reportó el Ministerio de Salud (MINSA). Si bien el diagnóstico temprano reduce la tasa de mortalidad, la detección no siempre se realiza a tiempo por desconocimiento de la población o por temor a los resultados.
Frente a esta situación, el Programa de Enfermedades No Transmisibles y Cáncer de Socios En Salud desarrolló en 2020 la intervención ALMA, con el objetivo de contribuir con el tamizaje oportuno de cáncer de mama en mujeres de 40 a 69 años en Comas y Carabayllo, dos distritos de Lima Norte.
Desde entonces hasta el 2023, un total de 2,843 mujeres accedieron a una mamografía en el sistema de salud a través del proyecto. De todas ellas, 12 obtuvieron resultados de cáncer en estadio I o II; es decir, su enfermedad fue detectada en una etapa temprana y fueron derivadas a establecimientos de salud especializados para recibir tratamiento.
“En DIRIS Lima Norte, no teníamos muchos recursos para responder a la alta demanda de la población para hacerse estos exámenes. Por ello la importancia de ALMA para realizar las pruebas a todas estas mujeres”, resalta la Dra. Milagros Montes, coordinadora de la Estrategia de Control y Prevención de Cáncer de esta división del MINSA.
Búsqueda y orientación, los primeros pasos
¿Cómo a través de Socios En Salud consiguió el sistema de salud incrementar el número de diagnósticos? Gracias al trabajo incansable de una red de agentes comunitarias de salud entrenadas en la captación y sensibilización a personas para la detección de cáncer de mama.
“Fuimos a los mercados, casa por casa, buscando pacientitas”, señala al respecto la agente comunitaria Zoila Mantilla. “Gran parte de las mamitas piensan que ir al examen clínico y hacerse la ecografía ya es suficiente. Por eso nosotras las orientamos”.
Ella, junto con la agente María Rosas, recorrieron de palmo a palmo el distrito de Comas no solo para promover la realización del diagnóstico, sino también para educar en la detección. Dos pasos claves, según la representante del MINSA, en la lucha contra el cáncer de mama.
“La población ya sabe lo que es una mamografía, ha absuelto sus dudas. He ahí el primer paso para un posterior diagnóstico”, afirma.
Acompañar es estar más saludable
Isabel Alegre aún recuerda lo desorientada que estaba cuando fue diagnosticada con cáncer de mama. No sabía a dónde acudir, cómo sacar una cita, cuál era el proceso que debía continuar en el intrincado sistema de salud para tratar su enfermedad.
“Si yo hubiera llegado sola, no habría sabido qué hacer”, señala.
Sin embargo, tras ser captada por el proyecto ALMA, Isabel recibió el acompañamiento de María Rosas. Fue a través de ella que pudo movilizarse al INEN, sacar sus citas, acudir a sus terapias y recibir soporte psicológico en el Grupo de Apoyo Mutuo al que se incorporó.
“Valoro mucho el acompañamiento, la asesoría que (María) me dio”, dice. “Me sentí más tranquila, porque María tenía la experiencia”.
Es el acompañamiento la principal enseñanza que este proyecto del Programa ENT le ha legado al MINSA, según la coordinadora de DIRIS Lima Norte. Ella afirma que hoy la división que tiene a su cargo ha “institucionalizado” este proceso.
“Es importante acompañar en todos estos procesos a las mujeres para que no se pierdan en el camino y en la misma problemática del sistema de salud que, como sabemos, tiene sus demoras. ALMA nos ha permitido tomar acciones y decisiones en este proceso de implementación hasta hacerlo nuestro”, afirma.
Hoy, Isabel ha pasado por una operación y ha culminado ya sus quimioterapias. Aún continúa tomando pastillas, pero pese a los estragos de la enfermedad se siente en compañía. Se siente más saludable.
Otras mejoras en el proceso
A raíz de la intervención realizada por Socios En Salud, el MINSA reconoció la importancia de ofrecer un servicio de mamografía a una población que por entonces estaba desatendida. «Lima Norte cuenta con más de 3 millones de habitantes, donde el 25% son mujeres entre 40 y 69 años», precisa la Dra. Montes.
Actualmente, la DIRIS Lima Norte es la única que cuenta con dos establecimientos de salud con mamógrafo en su nivel primario de atención. «Sumado a ello está el seguimiento», señala la coordinadora. «Hemos acortado los plazos en acompañar a las mujeres y acelerar algunos procesos».
Un ejemplo resulta elocuente: si en el pasado una cita para una mamografía podía tardar entre tres a cuatro meses, hoy se ha reducido a dos semanas desde la captación de la posible paciente hasta la realización del examen. «Los tiempos se han reducido considerablemente con el proyecto», destaca Montes.
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