Paul Farmer, cofundador de Partners In Health (PIH) y pionero en la salud global, encontró una fuente de inspiración en Gustavo Gutiérrez, el sacerdote dominico peruano conocido como el padre de la teología de la liberación que falleció esta semana a los 96 años. Esta conexión no solo moldeó la visión de Farmer sobre la justicia en salud, sino que se convirtió en un pilar de PIH.
Como joven estudiante de medicina, Farmer buscaba respuestas a sus inquietudes sobre la justicia social. Fue entonces cuando descubrió la obra del arzobispo salvadoreño Óscar Romero y, a través de él, llegó a la teología de la liberación de Gustavo Gutiérrez. Un concepto poderoso que sostiene que la fe cristiana debe enfocarse en «la opción preferencial por los pobres», es decir, que el bienestar de los más vulnerables debe ser una prioridad ética y social.
El cofundador de PIH encontró un Gutiérrez no solo un mentor, sino un amigo. En sus propias palabras, el «filo deshilachado» de su fe comenzó a recomponerse bajo la guía de este teólogo, cuyo ejemplo de humildad y compromiso inquebrantable con los pobres le mostró un propósito claro: luchar por la justicia en salud como una manifestación directa de su creencia en la equidad.
La influencia de Gustavo Gutiérrez en Partners in Health
La opción preferencial por los pobres, una de las enseñanzas fundamentales de Gustavo Gutiérrez, transformó no solo el enfoque de Paul Farmer hacia la medicina, sino también la misión de PIH. En su libro coescrito con el teólogo peruano, En compañía de los pobres, reflexiona sobre cómo esta filosofía debería ser central para el sector de la salud.
«Cualquier examen serio de las enfermedades epidémicas siempre ha mostrado que los microbios también hacen una opción preferencial por los pobres… Imaginen cuánto sufrimiento innecesario podríamos evitar si nuestros sistemas de salud y educativos, organizaciones no gubernamentales y fundaciones realmente hicieran una opción preferencial por los pobres», escribió.
PIH adoptó esta visión para llevar servicios de salud a comunidades marginalizadas en el mundo. Bajo la influencia de la teología de la liberación, la organización implementó programas en lugares como Haití, Perú y Ruanda, donde Paul Farmer descubrió de primera mano el impacto de las condiciones de pobreza extrema y desigualdad en la salud de las personas.
Para Farmer, trabajar en comunidades vulnerables era una forma de acompañamiento solidario y genuino. En lugar de cuestionar “¿por qué los pacientes no cumplen con los tratamientos?”, cambió la perspectiva a “¿cómo podemos acompañar a nuestros pacientes en el camino hacia la curación y el alivio del sufrimiento?”.
Esta visión, inspirada en las enseñanzas de Gutiérrez, se convirtió en un enfoque de acompañamiento continuo, un acto de solidaridad que se oponía a las estructuras desiguales del sistema de salud global y el asistencialismo unilateral.
«¿Cómo podemos acompañar a nuestros pacientes en el camino hacia la curación y el alivio del sufrimiento?», era una de las preguntas recurrentes que se hacía Paul Farmer a raíz de sus lecturas sobre la teología de la liberación.
Paul Farmer y Gustavo Gutiérrez, un legado de justicia social
A lo largo de los años, Paul Farmer y Gustavo Gutiérrez desarrollaron una amistad profunda que alimentó el compromiso de ambos con los más desfavorecidos. Farmer contaba que, gracias a la guía de Gutiérrez y al ejemplo de los pacientes en Haití, redescubrió la fe que había creído perdida. “A lo largo de mis veinte, el delgado y deshilachado hilo de mi propia fe, que creí cortado, comenzó a hacerse visible de nuevo”, escribió en una ocasión.
Cuando Paul Farmer falleció en 2022, su legado ya estaba bien establecido. Partners in Health, en su misión global de llevar justicia en salud a las poblaciones más vulnerables, continúa siendo una manifestación de la influencia de la teología de la liberación en la medicina.
Gutiérrez, quien murió el último 22 de octubre a los 96 años, también dejó una huella imborrable. Sus enseñanzas sobre la opción preferencial por los pobres no solo fueron la base de PIH, sino que hoy inspiran a cientos de profesionales de la salud a ver su trabajo como un acto de justicia y solidaridad.
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