Pese a ser prevenible y curable, la tuberculosis (TB) es una enfermedad infecciosa que afecta a millones de personas a nivel global. Cada año se registran alrededor de 10 millones de casos y se estima que este mal es la causa de 1.4 millones personas, incluidos 230,000 niños, más del 50% de los cuales tienen menos de cinco años.
América Latina y el Caribe son la única región del mundo donde se mantuvo en 2022 un aumento de la mortalidad de TB. Un reflejo claro de las desigualdades en las que viven sus poblaciones, según datos de la situación epidemiológica incluidos en el Reporte Mundial de TB de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para 2023.
Sin embargo, esta región puede convertirse al mismo tiempo en la primera del mundo en eliminar la TB. Y es que la epidemia está concentrada en zonas geográficas y poblaciones vulnerables, de tal manera que combatirla involucra avanzar hacia un enfoque adecuado de las responsabilidades multisectoriales y los recursos para acelerar la respuesta contra ella.
Lucha contra la TB, una tarea compartida
Los esfuerzos para poner fin a la TB en 2030, según los Objetivos de Desarrollo Sostenible, son una tarea compartida que involucra la participación activa y multisectorial de los Estados, programas nacionales de tuberculosis y organismos de cooperación internacional.
Por supuesto, también implica la colaboración de la sociedad civil.
Este sector ciudadano, organizado, cumple un rol fundamental en el acompañamiento y monitoreo de todas las políticas impulsadas por los Estados y la comunidad. Sus acciones de incidencia política para la promoción del derecho a la salud son claves.
La sociedad civil es el puente entre la comunidad afectada por TB y los servicios de salud que ponen a disposición los Estados.
La sociedad civil cumple un rol fundamental en el acompañamiento y monitoreo de las políticas impulsadas por los Estados y la comunidad.
RINDE - TB, fortaleciendo el rol de la sociedad civil
Socios En Salud, a través de su proyecto RINDE - TB, implementó una iniciativa de fortalecimiento de capacidades para la sociedad civil que trabaja en tuberculosis, con un alcance en 12 países de Latinoamérica y el Caribe: Perú, Colombia, Bolivia, Ecuador, Argentina, Paraguay, Panamá, México, El Salvador, Guatemala, Honduras y República Dominicana.
Se trata de un proyecto que capacitó en el acompañamiento y la vigilancia de las responsabilidades multisectoriales de los Estados, basadas en los compromisos de la Declaración Política de la Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la lucha contra la tuberculosis del 2023.
Entre sus últimas actividades, RINDE - TB lideró una cumbre regional realizada en Santo Domingo (República Dominicana), entre el 22 y 24 de abril de 2024, para impulsar el marco multisectorial de responsabilidades en tuberculosis en los 12 países de intervención, e involucrar a representantes de la sociedad civil que participaron previamente de un ejercicio de priorización de temas basado en la Declaración Política de la UNHLM 2023 (United Nations: General Assembly, 2023).
RINDE - TB es implementado en alianza con el Observatorio Social Regional de Tuberculosis y la Coalición de TB de las Américas, con el financiamiento de Stop TB Partnership/UNOPS a través de su Challenge Facility for Civil Society Ronda 11.